martes, 28 de julio de 2009

LA BESOTERAPIA



Un beso apasionado te da tanto placer y bienestar como el buen sexo, los besos no son un nuevo remedio milagroso, sino una de las recetas naturales más deleitables y al alcance de tu mano o mejor dicho de tu boca. En la pareja los besos son muy valiosos, son un elemento clave en la relación sexual y un contacto tan importante que incluso pueden decidir el futuro de la relación amorosa.

Siempre nos hacen hincapié en tener buenas relaciones sexuales, pero mucha gente se olvida de que un beso es una manera fácil de mantener el contacto. Un buen beso da tanto placer y bienestar como el buen sexo, pero el beso es más fácil porque lo podemos disfrutar en la intimidad y en público.

• Los besos que aportan más beneficios a la salud y contra las tristezas son aquéllos cargados de excitación y emoción, pues más hormonas se liberan en la sangre y mayores son los beneficios para el organismo.

• Los besos verdaderamente apasionados estimulan la liberación de adrenalina, despertando así una gran energía física y mental, aumentando el ritmo cardíaco, la tensión arterial y el nivel de glucosa en la sangre.

• Besarse con frecuencia ejercita los músculos faciales, activa la circulación sanguínea y ayuda a las personas a enfermarse menos y a vivir más años.

• El beso estimula la secreción de distintas hormonas que funcionan como analgésicos y que fortalecen nuestras defensas inmunológicas.

• Los besos nos dan bienestar porque nos hacen liberar oxitocina, una hormona importantísima en el enamoramiento, el orgasmo, el parto y el amamantamiento, asociada con el cariño, la ternura y el contacto físico con los demás.

• Besarse estimula la liberación de endorfinas, unos opiáceos naturales del organismo que provocan una sensación placentera, actúan como antídoto para la depresión, la angustia, el desánimo, la tristeza o la aflicción.
Cualquier duda, llame al servicio de orientación en sexualidad de APROPO: 0800—70626 de lunes a viernes de 8 de la mañana a 8 de la noche y sábados de 8.30 a 8 pm. Visite también nuestra página web: www.nosedesexo.com

miércoles, 22 de julio de 2009

CONOCIENDO LA BISEXUALIDAD


La bisexualidad es una de las conductas sexuales de las que menos se habla y la que más se presta a confusiones debido a que no puede ser etiquetada dentro de un grupo específico.

Para definir la bisexualidad podemos decir que se trata de una atracción sexual hacia personas de ambos sexos, lo cual implica también un interés emocional y sentimental de la misma intensidad hacia los dos géneros.
Esta situación es difícil de encontrar ya que mayoritariamente las personas que dicen ser bisexuales inclinan sus preferencias por un sexo más que por el otro. Por ejemplo, un hombre que mantiene relaciones sexuales con personas de ambos sexos puede sentirse más atraído por las relaciones homosexuales, pero preferir la ambigüedad para no aceptar su condición de homosexual frente a si mismo y a los demás, por otro lado, hay mujeres bisexuales que dicen disfrutar con personas de su mismo sexo pero que jamás equipararían esos contactos a las relaciones con sus parejas masculinas, o a la inversa disfrutan más de la relación con otra mujer pero siguen en pareja con hombres porque socialmente es aceptado.
La bisexualidad puede ser de carácter transitorio, por ejemplo durante la adolescencia, como búsqueda de experiencias y suelen ser episodios aislados que quedan atrás una vez que se define la orientación sexual.
Las personas promiscuas suelen mantener relaciones bisexuales ya que lo que buscan es la mayor cantidad de contactos sexuales posibles, independientemente de sus preferencias.
Como podemos ver es difícil encuadrar perfectamente a la bisexualidad ya que hasta quienes se consideran bisexuales tienen dudas y confusiones respecto a su verdadera orientación sexual.

Cualquier duda, llame al servicio de orientación en sexualidad de APROPO: 0800—70626 de lunes a viernes de 8 de la mañana a 8 de la noche y sábados de 8.30 a 8pm. Visite también nuestra página web: www.nosedesexo.com

jueves, 16 de julio de 2009

LA DEPRESIÓN POST PARTO


La depresión postparto consiste en el desarrollo de una depresión en la madre tras el nacimiento de su hijo. A veces, esta depresión puede tener una fácil explicación, bien porque el hijo no ha sido deseado o porque no es normal. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones la depresión parece no tener sentido: " Deseaba tanto tener este hijo y ahora que lo tengo me siento completamente desdichada", "¿Qué me está pasando?", "El parto fue magnífico, mucho mejor de lo que esperaba, y todo el mundo se portó maravillosamente conmigo, especialmente mi marido.

Estas mujeres no son unas desagradecidas o unas malas madres sino que están experimentando una de las complicaciones más frecuentes del parto, la depresión postparto, un trastorno que todavía sufren en silencio un gran número de mujeres. La depresión postparto es una de las enfermedades más frecuentes tras el parto ya que afecta a una de cada diez parturientas. Si no se trata adecuadamente puede persistir durante meses e incluso años.

La depresión postparto es desarrollada aún cuando el amor por el recién nacido es intenso. En estos casos, la madre teme desesperadamente perder a su precioso bebé por no cuidarlo bien, porque no se desarrolle adecuadamente, por una infección o bien teme que muera súbitamente. Un simple catarro puede causar una gran preocupación.

La ansiedad también puede hacer a la madre preocuparse por su propia salud. Puede sentir pánico cuando su pulso se acelera o si tiene alguna palpitación, llegando incluso a pensar que tiene algo malo en el corazón o que está al borde de un accidente cerebro vascular.

El temor de quedarse sola con todas estas preocupaciones puede dar lugar a que incluso la mujer más capaz se sienta tan indefensa que no desee que su marido vaya al trabajo. Lo mejor en estos casos, es tomar las cosas con calma y visitar o consulta a un especialista en psicología, quién nos dará más pautas.

Cualquier duda, llame al servicio de orientación en sexualidad de APROPO: 0800—70626 de lunes a viernes de 8 de la mañana a 8 de la noche y sábados de 8 a 5pm. Visite también nuestra página web: http://www.nosedesexo.com/

miércoles, 8 de julio de 2009

LOS CELOS NO SON AMOR

Los celos, en contra de lo que podría parecer y de lo que sugieren algunos, argumentos literarios o guiones de películas, no siempre son consecuencia de un gran amor, ni indican cuánto se quiere, se necesita o se desea a la otra persona. Y, normalmente, quienes padecen preferentemente estos ataques de celos son personas muy centradas en sí mismas, que sólo se curarán saliendo de su autoencierro. En muchas situaciones de celos hay, más que amor o miedo a la soledad, hay sentimientos de posesión del otro, de necesidad de controlarle, de inseguridad en uno mismo.

Los celos infantiles, se manifiestan tras el nacimiento de un nuevo hermano. El niño, antes centro de todas las atenciones, se ve obligado a aceptar que debe compartir con el nuevo miembro de la familia el amor y cuidados de sus padres, muy especialmente de la madre, lo que hace que vea en el recién llegado un usurpador y la malquerencia hacia "el intruso", lo que puede conducirle a volcar su agresividad en su pequeño hermano. El origen de ciertos estados neuróticos que sufren los adultos provenga de secuelas de celos infantiles padecidos hace décadas. Pero los celos no son exclusivos del espacio familiar o sentimental.
Los celos laborales afectan con frecuencia a profesionales desconfiados y muy competitivos (en la mala acepción del término), incapaces de trabajar en equipo y que invierten gran parte de su tiempo y energía en los pequeños detalles, no compartiendo información y controlando cuanto ocurre a su alrededor, a fin de que nadie presente un trabajo que pueda ensombrecer el suyo. La vida y valía personal de estos celosos laborales giran en torno a su estatus profesional y mantienen una baja autoestima (disfrazada frecuentemente de autosuficiencia). Y, por supuesto, con esa actitud, evidencian su inseguridad y un déficit de inteligencia emocional, al no responder positiva y equilibradamente a los estímulos del exterior, en este caso, a la competencia de sus compañeros de trabajo.

También pueden surgir los celos en la relación con los amigos (es el más guapo, ese el que tiene la casa más bonita, etc.) pero normalmente no generan tantos problemas ni alcanzan dimensiones dramáticas como si podrían alcanzar los celos a nivel de pareja.

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