Cuando esa persona especial te dice acepto tu mundo se vuelve maravilloso; no importa nada más que pasar todo el día con “tu pareja”. En ese estado de felicidad las horas parecen minutos, sintiendo que siempre les falta tiempo para estar juntos y compartir. Sin embargo, por esa sensación maravillosa que están viviendo no se han dado cuenta que han quitado tiempo o dejado de lado otras actividades que también son importantes en su vida. No obstante, las personas que están a tu alrededor sí se han percatado de ello. Es así que los padres empiezan a preocuparse pues llegas más tarde a casa, la dedicación a tus estudios ha disminuido, ya no se puede contar contigo pues casi nunca estás en casa; tus amigos ya no te ven y no sales a las reuniones de trabajo. Es allí donde se suscitan las discusiones pues para ti “todo está bajo control”.
Es normal que al estar enamorado(a) desees pasar el mayor tiempo con tu pareja. Sin embargo, es importante que aprendas a usar toda esa motivación y felicidad para concretar tus metas en los estudios, trabajo, etc. El estar enamorado no significa que debes vivir sólo en función de tu pareja.
Pensar y actuar de esta manera lleva a las personas ha ser dependiente, a reducir o limitar su mundo. Eso no es positivo, porque después te das cuenta que no pudiste concretar esos planes por los que tanto luchaste. Lo importante es que ambos prosigan con sus proyectos y puedan seguir creciendo en los diferentes aspectos de sus vidas; para así poder compartir logros. Recuerda que en toda relación de pareja existen tus espacios, sus espacios y los espacios en común; y el respeto de estos los ayudará a tener una relación satisfactoria.
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