martes, 25 de octubre de 2011

HABLEMOS DE SEXO




La mayoría de los problemas de pareja pueden ser entendidos como problemas de comunicación, es frecuente creer que el otro debería saber lo que necesitamos aún sin que se lo digamos, especialmente en el terreno sexual.



Mientras esta creencia persista estamos condenados a la decepción, esperando algo que probablemente nunca llegará, pero no por falta de comprensión de nuestro compañero o compañera, sino porque nunca se los pedimos adecuadamente. El diálogo, la sinceridad y la apertura al tema pueden ser nuestros mejores aliados para alcanza el placer.



Las relaciones de pareja suelen comenzar como historias maravillosas en las que todo parece ser color de rosa, pero con el tiempo la rutina y las pequeñas dificultades diarias pueden deteriorar esa unión si no se las maneja adecuadamente.



Al principio, cuando algo nos molesta, solemos dejarlo pasar, preferimos concentrarnos en los recuerdos gratos, pero llega un momento en que la suma de pequeños problemas y desencuentros traen consigo consecuencias que pueden resultar fatales para la relación.



“Esta forma de proceder, si bien puede ser muy efectiva, entraña un riesgo, y es que nuevamente aparecerán las dificultades, ya que estas forman parte de la vida misma, y habrá que resolverlas de modo que no afecten a la pareja o lo hagan en el menor grado posible, para esto puede ser de gran utilidad reflexionar juntos sobre el tema, conversar y buscar soluciones, puntos medios”, señalan los especialistas de APROPO.



Existen áreas que suelen ser puntos de conflicto, por lo cual es conveniente asegurarse de que se ha llegado a un acuerdo satisfactorio para ambos. Estas son: las relaciones con la familia de ambos, los intereses individuales, el dinero y la sexualidad.



Si cada uno puede expresar sus deseos y preocupaciones abierta y honestamente muchos inconvenientes podrán ser resueltos. Para esto es condición necesaria que ambas partes se escuchen y sean lo suficientemente flexibles como para aceptar el punto de vista del otro, que no tiene por qué coincidir con el propio.



Consultas al Servicio de Orientación de APROPO al 0800-70626 o visite www.nosedesexo.com

martes, 18 de octubre de 2011

SEPARADOS PERO NO SEXUALMENTE




Para nadie es un secreto que en la actualidad se han instalado nuevos modelos en las relaciones de pareja, y entre estas nuevas relaciones se incluyen los casos de aquellas parejas que una vez separadas, siguen manteniendo un vínculo sexual. Pero esto se da obviamente después que ha pasado la decepción, el dolor, la frustración de la separación.



Ya que algunos piensan que pueden seguir gozando de un encuentro sexual tan intensamente como cuando convivían en pareja; y el o ellamantiene la misma política, por ello no dudan en continuar una relación sólo en su faceta sexual.

Hablamos de parejas que han tomado la decisión de finalizar una relación de convivencia que no los hacía sentir plenos o que no era saludable para ellos. Sin embargo, ellos prefieren mantener encuentros sexuales esporádicos, ya que el sexo entre ambossí funciona. O por lo menos, es lo que piensan.



“Lo cierto es que nadie tiene la última palabra sobre las relaciones de pareja. Pues mientras que para algunos, puede haber un divorcio total, para otros sólo existe un divorcio afectivo pero no sexual. Esto podría llevar a confusión a las parejas, pues a lo mejor no se ha separado totalmente el vínculo afectivo y los encuentros sexuales son una forma de mantener este vínculo”, agregan los especialistas de APROPO.



Nuestra experiencia en el Servicio de Orientación de APROPO nos da cuenta de algunas personas que refieren haber mantenido relaciones sexuales con sus ex parejas, hasta después de tres años de separados.


Incluso, en estos casos, ambos miembros de la pareja suelen iniciar nuevas relaciones con terceros, pero no por ello dejan de tenerlas con sus ex. No es lo común, pero sucede.



“Lo cierto es que en la vida uno debe aprender a cerrar procesos, etapas y cuando se decide dar por terminada una relación, se debe voltear la página. Dejar atrás tanto lo malo como lo bueno. Curar las heridas, será sin duda, un proceso, pero esto debemos hacerlo a solas. Si seguimos manteniendo relaciones sexuales con el o la ex, seguiremos confundidos; no terminaremos nunca de separarnos y quizá estemos dejando pasarla oportunidad de empezar algo nuevo”, concluyen.



Cualquier duda, llame al servicio de consejería de APROPO: el 0800-70-626. Visite también nuestra página web: www.nosedesexo.com

martes, 11 de octubre de 2011

EL DESEO SEXUAL


“El mejor afrodisíaco no son los mariscos sino el amor”, reza una conocida canción de Ricardo Arjona. Nada más cierto.


Sin embargo, desde tiempos remotos el hombre ha buscado y sigue buscando encontrar la pócima mágica que le permita aumentar el deseo sexual y mejorar el goce erótico, en algunos casos a través de productos químicos en otros con alimentos denominados afrodisiacos a los que se les atribuyen estas bondades. Además de bebidas y fragancias; recomendaciones que en su mayoría no tienen sustento científico sólo experimental, y en otros obedecen a tradiciones ancestrales, creencias populares. Muchos aseguran que su consumo les da resultado, pero esto parece estar más ligado a un aspecto mental que físico.


Cuando las parejas hablan de pérdida de la pasión o del deseo sexual, procuran la solución, tomando pastillas milagrosas, bebiendo pócimas, pero el tema, no es tan fácil.


La sexualidad no debe ser un acto mecánico o algo que se enciende con un botón, debe ser un encuentro entre dos personas, que desean estar juntas a través de una expresión de cariño y una comunicación interpersonal, en la que el deseo de estar juntos no debe estar ausente.


Especialistas de APROPO aseguran que el deseo y el amor resultan en la práctica el más eficiente afrodisíaco. “Es difícil irnos a la cama y obtener placer si no tenemos deseo de estar con esa persona. En consecuencia podemos afirmar que no hay mejor afrodisíaco que el deseo y el amor”, señalan.


Los problemas del hogar, de la calle, del trabajo, la crianza de los hijos, el trabajo, la escasez de recursos y la hostilidad del medio ambiente impiden que el amor tenga su tiempo como en el noviazgo, mitigando el deseo. Sin embargo, la pareja debe proponerse estar juntos en la intimidad, regalarse un tiempo para ambos, para escucharse, acariciarse, mirarse, olerse. “Lo recomendable es mantener vivo el deseo y un arma clave debe ser aprovechar la confianza existente entre ambos para explorarse mutuamente”, concluyen.


Consultas al Servicio de Orientación en Sexualidad de APROPO o visita