Hace unos días un sujeto acaba de ser condenado a
10 años de pena privativa de la libertad, acusado por tocamientos indebidos a
su nieta de tan solo cinco años. Aprovechaba que la menor la visitaba para
cometer este cobarde acto. El padre y la madre del pequeño jamás imaginaron que su niña
podría ser la víctima de una persona en quien habían depositado toda su
confianza.
Según último reporte del Ministerio
de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, el 61% de los casos de abuso sexual sólo
en niños menores de 5 fueron cometidos por familiares. Una vez más, queda
demostrado que las personas más cercanas a los niños son los principales
abusadores, y para ellos la casa se convierte en un espacio de riesgo.
“Desde pequeños, los padres e
hijos deben comunicarse. Los primeros tienen que explicarles a los menores que
las partes que cubren su ropa íntima, son privadas y nadie tiene derecho a
tocarlas, tampoco a mirarlas de una manera que les incomode”, manifestó el
psicólogo Anthony Timoteo, especialista en salud sexual y reproductiva de Nosedesexo.com
de APROPO.
Algunos padres restan importancia a los
tocamientos indebidos, porque no representan una violación sexual. Sin embargo,
es
considerado abuso sexual, pues no necesita que se
produzca la penetración, ya que se está atentando contra el cuerpo del pequeño
y su salud mental. “El cuerpo del niño
merece respeto y atentar contra él, bajo cualquier tipo de situación de abuso
sexual, vulnera su salud mental”, manifestó es especialista de APROPO.
Cada vez que su hijo se quede
en casa de un familiar, por más confianza que le pueda tener, es necesario
preguntarle sobre las actividades que realizó y si se siente cómodo estando con
esa persona.
“La respuesta no
necesariamente tiene que ser expresada, sino hay signos no verbales que pueden
evidenciar casos como este. De repente, el niño que es el juguetón de la casa,
se vuelve tímido o agresivo. Lo padres deben de ser capaces identificar estas
señales, pues pueden estar asociadas con algún acto de violencia”, manifestó.
En sus manos está la responsabilidad de leer los mensajes que su
hijo le manda con su cambiante actitud, también de que pueda negarse con
seguridad frente a cualquier amenaza de violencia sexual y así no pierda la
sonrisa. Recuerde que un abuso de este tipo puede convertirse en una marca de
por vida.
Por Anthony Timoteo, Especialista en salud sexual de APROPO
Cualquier
duda, llame al Servicio de Orientación en Sexualidad de APROPO 204-5300 (Lima)
o al 0800-70-626 (llamada gratuita desde provincia) martes, jueves y viernes de
8am a 8pm, y los sábados de 8 am a 5pm. O visite nuestra página web www.nosedesexo.com.
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