Al estar la sexualidad ligada estrechamente a nuestra vida diaria, esta se ve afectada por nuestros estados no sólo de ánimo sino también de salud. En el caso de padecer una enfermedad te tipo crónico es bueno saber cómo puede afectar nuestra vida sexual. Una enfermedad crónica es un problema de salud que se padecer por un período de tiempo largo o quizá de por vida, tal como una enfermedad del corazón, diabetes, artritis o cáncer.
Las personas que las padecen pueden sentirse cansadas y deprimidas durante bastante tiempo. Pueden tener dolor, rigidez o dificultad para dormir. Pueden necesitar medicamentos u otros tratamientos que afectarán sin duda, su vida sexual. Incluso pueden tener que someterse a una cirugía que puede cambiar la apariencia de su cuerpo. A consecuencia de esto, pueden tener menos interés por el sexo o pueden no disfrutar del sexo del mismo modo que solían hacerlo.
Sin embargo, la vida sexual no tiene porque quedar relegada de su vida. planee la actividad sexual para la hora del día en que tiene más energía y en que su problema de salud le molesta menos.
Tómense de las manos, abrace y toque a su pareja, incluso cuando no planea tener sexo. Dígale a su pareja lo que le gusta y lo que no le gusta. Preste atención a lo que le gusta y lo que no le gusta a su pareja.
Ensayen distintas posiciones sexuales para encontrar posiciones que sean cómodas para usted y su pareja o use almohadas para mayor comodidad.
Use lubricantes personales, para ayudar a disminuir el malestar que ocurre con el coito.
Incluso con las mejores intenciones y preparación, puede haber ocasiones durante el curso de su enfermedad cuando usted decide que no quiere estar sexualmente activo o activa. Hable con su pareja acerca de cómo usted se siente y de porqué se siente de ese modo hable con su médico acerca de cualquier preocupación que usted tenga con respecto dejarle saber a su médico si usted está sintiéndose deprimido o si piensa que los efectos secundarios de un medicamento le están afectando su vida sexual.
Cualquier duda, llame al servicio de orientación de APROPO 0800-70-626 (llamadas gratuitas) todos los días. Visite también nuestra página web: www.nosedesexo.com
Las personas que las padecen pueden sentirse cansadas y deprimidas durante bastante tiempo. Pueden tener dolor, rigidez o dificultad para dormir. Pueden necesitar medicamentos u otros tratamientos que afectarán sin duda, su vida sexual. Incluso pueden tener que someterse a una cirugía que puede cambiar la apariencia de su cuerpo. A consecuencia de esto, pueden tener menos interés por el sexo o pueden no disfrutar del sexo del mismo modo que solían hacerlo.
Sin embargo, la vida sexual no tiene porque quedar relegada de su vida. planee la actividad sexual para la hora del día en que tiene más energía y en que su problema de salud le molesta menos.
Tómense de las manos, abrace y toque a su pareja, incluso cuando no planea tener sexo. Dígale a su pareja lo que le gusta y lo que no le gusta. Preste atención a lo que le gusta y lo que no le gusta a su pareja.
Ensayen distintas posiciones sexuales para encontrar posiciones que sean cómodas para usted y su pareja o use almohadas para mayor comodidad.
Use lubricantes personales, para ayudar a disminuir el malestar que ocurre con el coito.
Incluso con las mejores intenciones y preparación, puede haber ocasiones durante el curso de su enfermedad cuando usted decide que no quiere estar sexualmente activo o activa. Hable con su pareja acerca de cómo usted se siente y de porqué se siente de ese modo hable con su médico acerca de cualquier preocupación que usted tenga con respecto dejarle saber a su médico si usted está sintiéndose deprimido o si piensa que los efectos secundarios de un medicamento le están afectando su vida sexual.
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