miércoles, 29 de diciembre de 2010

EL AMOR, EL AMOR….


“¿Qué hace que unas parejas funcionen y otras no? ¿Qué da estabilidad a una relación y qué crea una crisis permanente? Básicamente son cuatro los factores que, en su conjunto, posibilitan la construcción de una relación. Si falta una de ellas o se encuentra debilitada, la unión es inestable; si faltan varias, es probable que la pareja no dure a largo plazo.

El primer factor es el amor. En el enamoramiento se crea un primer vínculo entre dos personas que las impulsa a comenzar una relación. La consumación sexual sella este vínculo. Después de un tiempo, uno se da cuenta de que el otro no es perfecto, de que tiene sus defectos y virtudes. Es un acto de amor aceptar al otro tal como es, a sus raíces familiares y también a su destino, que es distinto del propio. Lo contrario del amor no es el odio, que al igual que el amor mantiene el vínculo, sino la indiferencia, es en la indiferencia donde muere el vínculo y el desinterés sexual lo debilita por completo.

El segundo factor es la presencia. Es la experiencia de caminar juntos. Si uno de los miembros de la pareja no está presente, el otro se siente solo, no visto. A veces uno sigue “enredado” en una anterior pareja y esto hace que no esté del todo libre y presente para su actual pareja. Otro motivo de que uno de los miembros de la pareja esté ausente es la adicción al trabajo, al igual que cualquier otro tipo de adicción.

El tercer factor es la responsabilidad. Una pareja es una relación entre iguales. Cada uno debe asumir su parte de la responsabilidad respecto a la relación. De esta manera ambos se cuidarán.

El cuarto factor es el aprecio. Como aprecio al otro, también aprecio lo que me puede dar y lo acepto agradecido. Eso hace que me surja el impulso de devolverle algo mío, porque en el fondo me siento en deuda. Así se crea entre la pareja un intercambio rico, que la fortalece.

El conjunto de estos cuatro factores hacen que uno renuncie a las demás posibilidades de pareja en el mundo y a la fantasía de la felicidad perfecta. Como amo a mi pareja, la tomo como es. Como quiero estar presente, no voy a buscar otra relación. Mi responsabilidad por la continuidad de la pareja exige que me haga cargo de mis carencias personales. Y es finalmente el aprecio por mi pareja lo que me hace elegirla a ella. Porque así la quiero.

Cualquier duda, llame al servicio de orientación en sexualidad de APROPO: 0800—70626 de lunes a viernes de 8 de la mañana a 8 de la noche y sábados de 8.30 a 8 pm. Visite también nuestra página web: www.nosedesexo.com

martes, 21 de diciembre de 2010

ENCUENTROS HUMEDOS Y PLACENTEROS


La lubricación suele ser la respuesta fisiológica que se presenta cuando se produce la excitación sexual la cual es muy importante, antes y durante el encuentro sexual, pues facilita la penetración; sin embargo, en algunas ocasiones esta lubricación puede ser escaza o ausente: a causa de la inflamación de las glándulas de Bartolino, por temor al dolor durante la penetración o a un embarazo no planificado.

Quienes a lo largo de su vida sexual han experimentado por uno u otro motivo la falta de lubricación durante un encuentro íntimo saben que esto dificulta la penetración, ocasionando dolor e incluso una inflamación. Y si no es tratado a tiempo, podría convertirse en una de las causas por la cual muchas personas llegan a evitar las relaciones sexuales al no resultarles placenteras.

Las parejas habituadas a su uso, prefieren lubricantes a base de agua por considerarlos la mejor opción pues se eliminan fácilmente después del coito, no manchan y, principalmente son seguros si se usan acompañados del condón, pues no lo dañan.

Cabe señalar, que también existen los lubricantes a base de aceite que incluyen grasas vegetales (de oliva, maíz, etcétera), mantequilla y sustancias derivadas, también algunas personas usan la vaselina o aceites para el cuerpo. Sin embargo, este tipo de lubricantes no deben ser usados en aquellas personas que usan condones de látex: pues existe riesgo de dañarlos.

En aquellas parejas que mantienen relaciones sexuales anales, los lubricantes facilitan la relación, pues, a diferencia de la vagina, el recto no se lubrica tras la excitación”. Los lubricantes sexuales para poder adquirirse no necesitan receta médica pues no son productos medicinales y la persona puede adquirirlo sin mayor problema en una farmacia o en una tienda de artículos sexuales.

La participación de la pareja es fundamental para lograr una adecuada lubricación, por lo que el varón deberá comprender que los tiempos de excitación son diferentes entre uno y otro género, que la mujer requiere de juego erótico previo a la penetración y que debe de proporcionarle caricias y demás estímulos con espontaneidad y mucha ternura.

Cualquier duda, llame al servicio de orientación en sexualidad de APROPO: 0800—70626 de lunes a viernes de 8 de la mañana a 8 de la noche y sábados de 8.30 a 8 pm. Visite también nuestra página web: www.nosedesexo.com