Tus fantasías y su puesta en práctica pueden ser la llave para enriquecer tu relación de pareja.
A lo largo de nuestra vida todas las personas hemos elaborado fantasías relacionadas con nuestra sexualidad por ejemplo: Cómo quisiéramos que transcurriera nuestra intimidad, sobre el lugar ideal, sobre los detalles que nos gustaría que nuestra pareja tuviera con nosotros / as etc.
Sin embargo, pocas personas se atreven a ponerlas en práctica por temor a ocasionar en la pareja una respuesta negativa a la fantasía. De lo que se trata es de inyectar una dosis de innovación, entusiasmo que nos lleve a las personas a mejorar su intimidad y no de ocasionar malestar disgusto e incomodidad
Pese a ello, muchos suelen temer a sus fantasías sexuales, tal vez porque ellas no coinciden con lo que es su vida real. Creen que si fantasean puedan desear llevar esas fantasías a la acción y hacer algo que no está permitido por su propia conciencia.
"El temor a ser rechazados propicia que se caiga en la rutina, enemigo principal de la relación de pareja que hace que cada vez sea menos gratificante nuestra intimidad y puede ocasionar distanciamiento en la pareja “
Es por eso que se hace necesario y saludable expresar nuestros deseos. Hay que perder el miedo al ridículo o a sentirnos descubiertos y decir lo que nos gusta o no, compartir nuestras fantasías para lograr la propia con nuestra pareja, es lo ideal.
Tener una fantasía puede ser muy gratificante y erotizante en un momento de la vida, ponerla en práctica de mutuo acuerdo, nos puede ayudar a alcanzar el placer.
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