miércoles, 1 de septiembre de 2010

SE ACABA EL DESEO SEXUAL CUANDO LLEGAN LOS HIJOS?

Muchas veces con la llegada de un bebé a casa de pronto se acaban ciertas ventajas que la pareja daba por sentadas, como la posibilidad de ahorrar dinero o de quedarse dormidos hasta tarde, etc. "Como son muchas las tensiones que afectan la vida de una pareja después de que nacen los hijos, es fácil que la vida sexual quede relegada a segundo plano”, asegura Trixsi Vargas, Asesora en Sexualidad y Salud Reproductiva de APROPO.

Diversas son las razones por las que el deseo se puede apagar después del nacimiento de un bebé, pero la causa mas inmediata es física. Púes la falta de sueño, el agotamiento y el estrés provocados por el número de tareas que hay que llevar a cabo repercuten en ambos padres. Con frecuencia, ninguno de los dos tiene energía para algo más que un beso en la mejilla antes de dormir. Durante lo que suele llamarse "cuarto trimestre "(los tres meses que siguen al nacimiento del bebé), la fluctuación en las concentraciones hormonales de la mujer produce el equivalente químico de una ducha de agua fría. Esta parálisis sexual puede durar incluso hasta seis meses después del parto.

Sin embargo, lidiar con los factores psicológicos puede ser más difícil por ejemplo, muchas mujeres temen que sus cuerpos ya no resultan atractivos para sus cónyuges. Aunque las estrías y las libritas de más no extingan el fuego del deseo en algunos maridos, el ver a su esposa en su nuevo papel maternal a menudo los desalienta. Las mujeres que amamantan quizá eviten subconscientemente la intimidad con sus cónyuges, ya que el dar frecuentemente el pecho a su hijo agota su deseo de contacto físico al final del día. Estas interrupciones en la vida amorosa pueden provocar que el esposo se sienta desplazado por el hijo en el aspecto de su mujer.

Por eso, para muchos hombres, la maternidad y el erotismo no se llevan bien. Ventilando el problema, el tiempo y la paciencia resuelven algunas de estas dificultades, pero no hay que olvidar que la comunicación es esencial. Sin embargo, las charlas sinceras pueden tomar un giro negativo, especialmente si uno de los cónyuges se siente frustrado porque la actividad sexual ha disminuido.

Lo cierto es que hay que dar mayor importancia a la calidad y no tanto a la cantidad. Y desde luego, compartir el amor y expresar la sexualidad no implica necesariamente llegar al coito. Las parejas deberían pensar menos en lograr un objetivo y más en obtener placer. Por otro lado, los expertos convienen en que salir juntos y solos es vital para que el matrimonio y la vida sexual prosperen " Por lo menos una vez al mes, vayan al teatro o al cine, o reanuden cualquier actividad que tenían en común antes de que llegaran los hijos. Traten de no hablar de los niños, del dinero o el mantenimiento de la casa, sino de aquellas cosas por las que se enamoraron ", propone Vargas.

Cuando los conyugues se esfuerzan un poco en reavivar su amor, encuentran que también están reavivando su deseo erótico. El enamoramiento alimenta al deseo y el deseo es sumamente importante para una buena vida sexual. Dar al cónyuge "un respirito" Aunque suene contradictorio, es otra forma de mejorar la vida sexual.

Para consultas llame al Servicio de Orientación en Sexualidad de APROPO: 0800—70626 de lunes a sábado de 8 de la mañana a 8 de la noche. Visite también nuestra página web: www.nosedesexo.com

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